jueves, 15 de noviembre de 2012

FRANCISCO DE QUEVEDO.RESPUESTA DE DIOGENES A ALEJANDRO MAGNO.


Lo que te pido es que, volviéndote al Asia,
el sol que no puedes darme, no me lo quiten tus faldas.
Nadie me envidia la mugre, como a ti el oro y la plata:
en la tinaja me sobra, y en todo el mundo te falta.
Ni hambre no cuesta vidas al viento, al bosque o al agua;
tú, matando cuanto vive, sola tu hambre no matas.
Para dormir son mejores estas hierbas que esas lanzas;
a todos mandas, y a ti tus desatinos te mandan.
Pocos temen mis concomios, muchos tiemblan tus escuadras;
déjame con mi barreño y vete con tus tiaras.
Que yo, vestido de un tiesto, doy dos higas a la parca,
pues tengo en él sepultura, después que palacio y capa.
Tienes redes por el mundo mientras yo tiendo la raspa;
que en cas de las calaveras, ambos las tendremos calvas.
El veneno no conoce las naturales viandas;
vete a morir en la mesa y a vivir en las batallas.
El no tener lisonjeros lo debo al no tener blanca,
y si no tengo tus joyas, tampoco tengo tus ansias.
Como yo me espulgo , puedes,si alguna razón alcanzas,
espulgarte las orejas de chismes y de alabanzas.
Y adiós, que mudo de barrio, que tu vecindad me cansa.

Y echó a rodar su edificio a coces y a manotadas

miércoles, 14 de noviembre de 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

THE DARK SIDE OF HER MOON


FOTOGRAMA DE "ECLIPSE TOTAL", DE AGNIEZSKA HOLLAND


Iba por ahí, con las manos en los bolsillos agujereados.
Mi abrigo también se volvía ideal.
Caminaba con el cielo por techo, Musa, ¡y te era tan fiel!
¡Bah, cuántos espléndidos amores he soñado!

Mi único pantalón tenía un siete enorme.
Pulgarcito soñador, desgranaba rimas
a mi paso.Solo la Osa Mayor me cobijaba,
y las estrellas del cielo me regalaban un manso frufrú.

Yo las escuchaba, sentado en las cunetas,
aquellas gratas tardes de septiembre en las que sentía,
como un vino tonificante,gotas del rocío en la frente;

y, rimando en medio de sombras fantásticas,
tiraba de los cordones de mis zapatos malheridos,
como si fuesen liras, con un pie cerca del corazón.

(RIMBAUD, Mi bohemia)